lunes, 19 de noviembre de 2012

Didáctica Magna



Didáctica Magna

Características del hombre

Educación para este hombre


·         Tiene una triple vida: vegetal, animal y   espiritual.

·         Pasa por tres casas: útero materno, tierra y cielo.

·         Su vida terrenal es sólo el paso para la vida eterna.

·         Fin último: Bienaventuranza eterna con Dios.

·         Es criatura racional: Conoce al mundo y los elementos. Puede nombrar y entender.

·         Es criatura señora de las criaturas: Puede disponer de plantas, animales y elementos siempre y cuando sepa hasta qué punto es prudente.

·         Criatura imagen y deleite de su creador: Debe aspirar a representar la perfección de su creador y encaminar toda su existencia hacia él.

·         Sus sentidos le permiten al alma ponerse en relación con el mundo exterior.

·         Su cerebro almacena todas las imágenes e ideas vistas u oídas.

·         El ser humano tiene un deseo natural de Dios, este es corrompido por el pecado.

·         En su naturaleza está ser sabio, honesto y santo.

·         A TODOS los que nacieron hombres les es precisa la enseñanza.


·         Ciencia, Religión y Virtud se adquieren orando, aprendiendo y practicando.

·         No puede ser formado sin disciplina.

·         La Mente nos da la capacidad de  apreciar las obras y reunir la inteligencia por eso debe ser ejercitada.

·         Educación a edad temprana “lo blando más fácil se dobla y conforma.”

·         Se debe inculcar la piedad.

·         “Se debe utilizar al viejo para educar al joven”.

·         Debe durar hasta poco antes de la adultez.

·         Se debe enseñar con ejemplos.

·         Todos deben ser preparados de igual manera. (hombres y mujeres)

·         Se deben instruir las ciencias y artes y cultivar los idiomas.

·         Formar costumbres con honestidad.

·         Adorar a Dios.

·         El hombre aprende por el Entendimiento, la Voluntad y la Memoria.

·         El aprendizaje debe darse sin castigos ni rigor, sino de manera leve y natural.




En el fragmento que leímos de la Didáctica Magna Comenio nos muestra su perspectiva de hombre, describe las características, capacidades, habilidades y fines de este, como podemos ver en la tabla anterior.  Este hombre está creado POR y PARA Dios, y la escuela que lo forma debe respetar y estimular esto, además debe tomar en cuenta todas las habilidades y capacidades que Dios le dio y utilizarlas para alcanzar el entendimiento y la adopción del conocimiento y la aplicación de este en la vida y en la manera de aprovechar los recursos con los que contamos en la Tierra.
A pesar de describir al hombre como un ser completamente religioso no deja de lado lo biológico, como lo cerebral, y al contrario lo acepta y engrandece como algo que Dios le dio y que debe ser aprovechado para el bien. Esto me llama la atención ya que la mayoría de los autores religiosos que he leído no lo toman en cuenta o lo toman como algo secundario.
Más que la definición de hombre que él nos da me llaman la atención las características que sugiere debe tener la escuela, empezando por que la educación debe ser para todos, hombres y mujeres, algo que para su época es nuevo y rompe un poco con lo que se acostumbraba; también hace énfasis en que no debe haber distinción entre ricos y pobres, TODOS sin excepción deben estudiar y estudiar lo mismo. Desde esa época ya se exigía la educación para todos y cuatrocientos años después en muchos países no lo hemos logrado.
Otro aspecto de su propuesta de educación que me llama mucho la atención es el método de enseñanza; para él este debe ser natural y sin forzar nada, se deben poner los límites necesarios pero la adquisición del conocimiento se dará sólo con la práctica, la experiencia y la deducción de la información. Esto me recuerda mucho la Pedagogía Individualista Naturalista de Rosseau y Rogers, esta perspectiva también apoya lo natural y sobre todo da mucha importancia a la experiencia como medio de adquisición del conocimiento.
Otra parte del modelo que propone Comenio es la enseñanza entre los propios alumnos, quienes poseen mayor habilidad para la adquisición de conocimientos deberán ayudar a quienes se les dificulte más, y a su parecer esto beneficiará a los dos. El primero reafirmará sus conocimientos y les dará mayor sentido mientras que el segundo tendrá mayor oportunidad de entender la información. Para él estos dos tipos de alumnos y otros más que menciona tienen la misma capacidad de aprender, y de aprender lo mismo, lo que cambia es el apoyo que brinda el maestro y el tiempo de aprendizaje.
Todas estas características educativas me parecen muy avanzadas para su tiempo y muy lógicas a la vez. Todos los seres humanos fuimos formados de la misma manera, y Dios nos regaló las mismas capacidades por lo que ninguno debe ser excluido o apartado de la oportunidad de aprender. Esto marca una gran diferencia con los modelos que vimos anteriormente, en los que todos los alumnos son formados de la misma manera y con un orden estructurado; en contraste en este modelo los alumnos no se ven como un todo, como un conjunto sino como los individuos que son.
Seguir el curso natural de aprendizaje es muy válido y necesario ya que da a los alumnos la oportunidad de descubrir de manera personal algo nuevo lo que los hace aprenderlo, pero en mi opinión esta idea llevada al extremo puede llevar a una libertad absoluta, sin ninguna línea que guíe el avance del aprendizaje y sin ningún objetivo en particular. Puede funcionar siempre y cuando sea algo natural dentro de un cauce que lleve a una meta. Lo cierto es que un poco de esta “naturalidad” podría dar a nuestra escuela un mayor impulso en el  papel del alumno en SU aprendizaje, y de la mano de un profesor que brinde espacios de descubrimiento y avance al propio ritmo, podría dar al alumno una motivación mayor y por lo tanto más capacidad para descubrir, intuir y deducir de manera personal.

Referencias:
Amós Comenio, Juan. Didáctica Magna. (1998). Capítulos I – XIV. Editorial Porrúa, México.

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