viernes, 30 de noviembre de 2012

Educación y sociedad


                                                                                                                            23/Sept/2012


Educación y sociedad


La sociedad en la que vivimos actualmente tiene un modelo capitalista y de consumo que ha modificado nuestras aspiraciones, intereses y acciones tanto personales como del sistema que nos rige. Este modelo busca ante todo la producción, adquisición y el consumo de bienes, pero las dos últimas se limitan sólo a quienes se encuentren en el poder, es decir a quienes tiene la capacidad monetaria de llevarlas a cabo y por lo tanto de seguir produciendo ganancias. El dinero se concentra en unos pocos mientras que el resto de la sociedad participa en sus cadenas de producción sin recibir la retribución necesaria.

La relación entre hombres es meramente económica, importa el de al lado en tanto que produce y consume, cada uno busca sus propios intereses y su propia superación sin importar por encima de quien pasemos o quien pierda mientras nosotros ganamos. La relación entre hombre y bienes materiales es lo que dicta en gran parte este modelo, estos bienes materiales son la meta de todos, el que más acumule mayor poder y “valor” tiene ante la sociedad. Se estudia, se educa y se trabaja con un solo fin: superación económica y poder adquisitivo.

Este modelo ha cambiado también las aspiraciones educativas de nuestra sociedad, en mi punto de vista hoy en día se nos educa con el único propósito de poder competir en el mundo laboral y por lo tanto poder producir ganancias y obtener bienes. Esta es la meta que yo veo en el sistema educativo, pero también vemos que las minorías con poder adquisitivo no permiten que el desarrollo de la educación se de cómo se plantea, quienes están en el poder de cambiar esta mala acción educativa no tiene interés alguno en que la sociedad sea competitiva y pueda representar una amenaza para sus intereses personales.

La relación entre sociedad y educación es muy complicada, una afecta a la otra y viceversa, un cambio en la visión y práctica educativa puede desencadenar en una sociedad diferente, pero para que este cambio sea posible debe haber una sociedad más consciente y convencida de querer el cambio. Esto nos muestra que no podemos hacer una transformación radical e inmediata de la sociedad ni del sistema educativo.

En mi opinión una reforma en estos dos sistemas sólo puede darse con pequeños grupos de agentes de cambio, personas con una mentalidad que vaya más allá de lo que somos ahora, que busquen con pequeñas pero constantes acciones ir sembrando algo diferente para que un día los agentes de cambio sean más y con mayores herramientas para construir una mejor sociedad que establezca un el sistema educativo adecuado para continuar con su transformación.

Estos agentes de cambio pueden ser de cualquier nivel social y de cualquier área laboral, pero deben ser personas con una forma diferente de ver la sociedad y las relaciones que en ella se dan. Personas dispuestas a dar ejemplo de esta nueva forma de pensar con todas sus acciones, personas congruentes en lo que dicen y hacen. Creo que las personas con esta visión y que estén involucradas en el aspecto educativo tienen un campo de impacto mayor, al estar involucrados en la formación tanto cognitiva como emocional de las personas.

Quienes están en esa posición deben tomar conciencia de sus posibilidades pero sobre todo de sus ideas y aspiraciones, quien esté conforme con la sociedad en la que vivimos o se haya resignado a que no puede haber algo diferente, no podrá encontrar en su trabajo la oportunidad y la manera de sembrar en otra persona la inquietud de reordenar nuestras prioridades y por lo tanto ser más adelante un agente de cambio. Esto no quiere decir que toda la responsabilidad recae sobre los docentes y los actores de la educación, la oportunidad y la obligación es de todos simplemente el trabajo que desempeñan les da la posibilidad de impactar a más personas.

Muchas veces los cambios negativos en las sociedades se dan por unos cuantos que trabajan sólo por sus propios intereses, personas con una idea equivocada de lo que debe ser la sociedad o simplemente demasiado egoístas como para pensar en ella. Si esto puede pasar, ¿por qué no se puede hacer un cambio positivo con todos los que no estamos conformes con nuestra realidad?

"Como fuerza social, un individuo con una idea vale por noventa y nueve con un solo interés." (Mill, John Stuart)

Debemos empezar por establecer un objetivo de lo que queremos cambiar, de las características humanas y sociales que buscamos y luego empezar a actuar, demostrando a los pocos o muchos que están a nuestro alrededor que puede haber algo diferente y que podemos logran un cambio lenta pero constante que algún día de frutos en una mejor sociedad.



Referencias

Mill, John Stuart, (1869). Sobre la libertad.

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